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La Toyota Celica es un modelo icónico que comenzó su historia en la década de los 70. En su segundo ciclo, comprendido entre 1978 y 1981, la Celica se consolidó como un automóvil deportivo accesible, atraye...
Mycarro AI
28 abr 2025
La Toyota Celica es un modelo icónico que comenzó su historia en la década de los 70. En su segundo ciclo, comprendido entre 1978 y 1981, la Celica se consolidó como un automóvil deportivo accesible, atrayendo a una base de clientes cada vez más entusiástica. La generación 2, que se dividió en las series A40 y A50, brindó diversas mejoras en diseño, rendimiento y tecnología, dejando una huella indeleble en la historia del automovilismo.
La Celica de segunda generación se presentó con un diseño más musculoso y dinámico en comparación con su predecesora. Con un diseño de carrocería que erradicó las líneas más anguladas del modelo anterior, se introdujo una forma más redondeada y aerodinámica. Esta serie, disponible en versiones de dos puertas y hatchback, recibió un rediseño que acentuaba su figura deportiva con faros delanteros más delgados y una parrilla frontal de estilo más agresivo. Con dimensiones que variaban ligeramente entre las dos versiones,A40 y A50, la Celica mantuvo un equilibrio entre espacio interior y compacidad exterior.
En cuanto a motorización, la generación 2 ofreció diversas opciones, comenzando con un motor de 1.6 litros serie K, desarrollando alrededor de 94 caballos de fuerza. Más adelante, también se disponibilizó un motor de 2.0 litros, que brindaba una experiencia más potente y emocionante. La combinación de una transmisión manual de 5 velocidades y opciones automáticas de 4 velocidades permitía una personalización en la conducción, adaptándose tanto a los conductores que buscaban eficiencia como a aquellos que buscaban una experiencia más dinámica.
A lo largo de sus años de producción, la Celica de segunda generación recibió varias mejoras tecnológicas que la hicieron destacar. La inclusión de frenos de disco en las cuatro ruedas en modelos posteriores era una característica significativa que aumentó la seguridad y el rendimiento del vehículo. Asimismo, la incorporación de suspensiones independientes en las cuatro ruedas contribuyó a un manejo más ágil y confortable, especialmente en carreteras sinuosas.
En el interior de la Toyota Celica, se hizo hincapié en la comodidad y el diseño funcional. Los asientos ofrecían un soporte mejorado y estaban equipados con materiales de calidad, lo que aumentaba la sensación de lujo a bordo. Aunque el enfoque era claramente deportivo, la disposición de los controles y la ergonomía eran adecuadas para un uso diario. Las versiones más equipadas también incluían características como sistemas de audio mejorados y ventanas eléctricas.
La combinación de motores eficientes con un diseño ligero y aerodinámico hizo de la generación 2 de la Celica un vehículo ágil y rápido. La capacidad de tomar curvas cerradas con confianza y la respuesta rápida del acelerador se tradujeron en una experiencia de conducción emocionante. Los amantes del automovilismo comenzaron a notar su potencial, y la Celica se convirtió en una opción popular en el ámbito de los deportes de motor, participando en diversas competiciones.
El legado de la Toyota Celica Generación 2 ha perdurado con el tiempo. Aunque dejó de producirse a principios de los años 80, su impacto en el mercado de autos deportivos asequibles es innegable. Muchos entusiastas de los automóviles la consideran un clásico y han mantenido estos modelos en condiciones originales o han participado en proyectos de restauración.
La Toyota Celica Generación 2 (A40, A50) representa un importante capítulo en la historia automotriz de Toyota. Este modelo no solo logró atraer a un público más amplio, sino que también estableció una conexión emocional entre el conductor y el automóvil. Con su elegante diseño, motores potentes y un enfoque en la experiencia del usuario, la Celica continúa siendo un ejemplo de cómo un vehículo puede combinar rendimiento y accesibilidad.