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El Toyota Celica es un modelo emblemático que ha dejado una huella significativa en la historia del automóvil. La primera generación del Celica, conocida como A20/35, fue introducida en 1970 y marcó el comien...
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28 abr 2025
El Toyota Celica es un modelo emblemático que ha dejado una huella significativa en la historia del automóvil. La primera generación del Celica, conocida como A20/35, fue introducida en 1970 y marcó el comienzo de una saga que continuaría durante varias décadas. Este vehículo no solo fue un punto de inflexión para Toyota, sino que también se estableció como un ícono en el mundo del automovilismo.
El diseño del Toyota Celica A20/35 fue una mezcla de elegancia y agresividad. Con sus líneas suaves y su perfil aerodinámico, el Celica se destacó en un mercado lleno de coches deportivos. Su parrilla frontal y los faros redondeados le conferían un aspecto distintivo, mientras que la carrocería coupé combinaba funcionalidad con un estilo que atraía a los jóvenes de la época. El diseño fue inspirado en el Toyota 2000GT, un automóvil de lujo japonés que había causado sensación unos años antes.
La primera generación del Toyota Celica estaba equipada con un motor de cuatro cilindros en línea de 1.6 litros, conocido como el motor K. Este motor ofrecía una potencia de aproximadamente 108 caballos de fuerza, lo que proporcionaba un rendimiento aceptable para un coche deportivo de esos años. La transmisión estaba disponible en versiones automática y manual de cinco velocidades, lo que permitía a los conductores elegir la opción que mejor se adaptara a su estilo de conducción.
El Celica se destacó por su agilidad en las curvas y su excelente manejo, lo que lo convirtió en una opción popular para los entusiastas de los coches deportivos. La suspensión delantera McPherson y la trasera de eje rígido proporcionaban una estabilidad adecuada, mientras que los frenos de disco en la parte delantera ayudaban a mantener el control, incluso en situaciones exigentes.
Toyota no escatimó en innovaciones técnicas con el Celica A20/35. Uno de los aspectos más destacados fue el uso de materiales livianos, que contribuían a una mejor eficiencia de combustible y un manejo más dinámico. Además, la inclusión de características como el volante ajustable y los asientos deportivos reflejaba la intención de Toyota de atraer a una clientela joven y dinámica.
Durante su producción, el Celica fue uno de los primeros automóviles en ofrecer una versión con tracción en las cuatro ruedas, algo que se convirtió en un sello distintivo en generaciones posteriores. Esta versión, aunque limitada, mostró la capacidad de Toyota para innovar y adaptarse a las necesidades del espectador.
El lanzamiento del Toyota Celica A20/35 fue un éxito inmediato. La combinación de rendimiento, diseño y precio acessible resonó con un público amplio. Durante los años 70 y 80, el Celica se convirtió en un vehículo de culto entre los jóvenes. Su popularidad también se reflejó en las ventas, con miles de unidades vendidas en varios mercados.
Además, el Celica se utilizó en competiciones de automovilismo, lo que ayudó a cimentar su reputación como un coche deportivo confiable y accesible. Con el tiempo, el automóvil logró no solo ganar carreras, sino también la admiración de los aficionados al motor.
El legado del Toyota Celica A20/35 se siente aún hoy. Fue un precursor en la evolución de Toyota como marca de coches deportivos y pavimentó el camino para futuras generaciones del Celica. Aunque la producción del modelo se detuvo en 2005, su influencia sigue presente en el diseño y la filosofía de Toyota.
El Celica ha mantenido una base de seguidores leales que valoran las características que lo hicieron especial. Para muchos, no es solo un coche; es un símbolo de una era dorada del automovilismo japonés. La primera generación del Celica es un ejemplo perfecto de cómo un automóvil puede transcender su propósito original y convertirse en un ícono cultural.