La BMW X5 ha sido un pilar en el segmento de los SUV desde su lanzamiento inicial. La segunda generación, conocida como E70, se presentó en 2006, pero fue en el año 2010 cuando se llevó a cabo un faceli...
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27 abr 2025
La BMW X5 ha sido un pilar en el segmento de los SUV desde su lanzamiento inicial. La segunda generación, conocida como E70, se presentó en 2006, pero fue en el año 2010 cuando se llevó a cabo un facelift significativo que redefinió tanto su estética como sus características técnicas. Este artículo se centra en el facelift de 2010 de la BMW X5 E70, analizando sus cambios, características y la experiencia general de conducción.
El facelift de la BMW X5 E70 en 2010 introdujo cambios sutiles pero impactantes en el diseño exterior del vehículo. Los faros delanteros fueron actualizados con una nueva forma más afilada y tecnología de iluminación más avanzada, que incluía luces bi-xenón y, en algunas versiones, luces LED. La parrilla frontal también fue rediseñada, ampliándose y dándole un aspecto más agresivo. En la parte trasera, los grupos ópticos fueron renovados, mejorando su visibilidad y aportando un toque moderno al SUV. Estos cambios no solo mejoraron la apariencia del vehículo, sino que también optimizaron su aerodinámica.
El interior de la X5 E70 recibió una atención especial en el facelift de 2010. La calidad de los materiales fue mejorada, con maderas nobles y acabados de mayor calidad que brindaban un ambiente acogedor y lujoso. Uno de los aspectos más destacados del facelift fue la inclusión del sistema de infoentretenimiento iDrive de BMW, que ofrecía una interfaz mejorada, pantallas más grandes y la opción de conectividad Bluetooth de serie. Esto permitió a los conductores disfrutar de una experiencia más conectada y entretenida durante sus viajes.
En cuanto a motorizaciones, el facelift de 2010 de la BMW X5 E70 ofrecía una variedad de opciones tanto en gasolina como en diésel. Los motores fueron optimizados para ofrecer un equilibrio entre potencia y eficiencia. La versión más popular era el xDrive30d, que contaba con un motor diésel de 3.0 litros que ofrecía 245 CV. Sin embargo, el verdadero amante de la potencia podía optar por el xDrive50i, que contaba con un motor V8 de 4.4 litros que alcanzaba 400 CV. Estas motorizaciones permitían que la BMW X5 no solo fuera un vehículo familiar confortable, sino también un vehículo emocionante para quienes buscaban desempeño.
La tecnología de seguridad y asistencia al conductor fue otro de los puntos destacados en el facelift de la X5 E70. Se introdujeron características como el control de crucero adaptativo, la alerta de colisión frontal y el sistema de asistencia de estacionamiento. Estos elementos no solo hacían que la conducción fuera más segura, sino que también proporcionaban tranquilidad tanto a conductores como a pasajeros. La BMW X5 se convirtió así en un referente en términos de tecnología de seguridad en su segmento.
El comportamiento en carretera de la BMW X5 E70 se benefició enormemente de estos cambios. Manteniendo la legendaria tracción a las cuatro ruedas xDrive de BMW, el SUV ofrecía un manejo ágil y una respuesta precisa en todo tipo de condiciones. La inclusión de una suspensión autónoma proporcionaba comodidad incluso en terrenos difíciles y un nivel de agarre y estabilidad excepcional en carreteras. Esto hacía que la X5 no solo fuera eficaz en viajes largos, sino también divertida en caminos retadores.
En resumen, el facelift de 2010 de la BMW X5 generación 2 (E70) supuso una evolución significativa que reforzó su estatus como líder en el segmento de los SUV. Con un diseño renovado, tecnologías avanzadas y un enfoque en la seguridad y el confort, este modelo se convirtió en una opción popular para familias y entusiastas de los automóviles por igual. La X5 E70 no solo transformó la forma en que se percibía el lujo en los SUV, sino que también estableció un nuevo estándar para lo que se puede esperar de un vehículo todoterreno moderno.