BMW 700 Generación 1
La BMW 700, lanzada en 1959, marcó un hito significativo en la historia de la marca alemana BMW. Este modelo representó el primer intento de la compañía de penetrar en el mercado de los coches compactos y asequibles, un movimiento estratégico necesario después de que su línea de vehículos deportivos y de lujo no pudiera sostenerse en medio de la crisis económica europea de la posguerra. La BMW 700 se diseñó no solo para atraer a un nuevo grupo de compradores, sino también para revivir la reputación de la marca tras la quiebra en 1959.
Diseño y características
El diseño de la BMW 700 fue innovador para su época. Con un enfoque en la aerodinámica y la eficiencia, el modelo presentaba un estilo simple, pero elegante. Su carrocería compacta y baja le confería un aspecto moderno, marcando una ruptura con los diseños más pesados y voluminosos de sus predecesores. El 700 estaba disponible en dos versiones principales: coupé y sedán, cada una con características distintivas que les daban versatilidad en su uso.
El motor de la BMW 700 era otro punto destacado. Contaba con un motor de 697 cc de dos cilindros en el modelo convencional, que generaba alrededor de 40 caballos de fuerza, permitiendo al vehículo alcanzar velocidades considerables para su tipo. Esta combinación de un motor ligero y un diseño aerodinámico ofrecía un rendimiento eficiente en combustible, lo cual era muy valorado en aquel entonces, especialmente en el contexto de una Europa que aún luchaba con la escasez de recursos económicos.
Innovación y tecnología
Una de las características más impresionantes de la BMW 700 fue su innovador chasis de acero y su carrocería de fibra de vidrio en algunas versiones, que ayudaba a mantener el peso bajo y mejoraba la economía de combustible. Además, el modelo incluía soluciones técnicas que mejoraban la experiencia de manejo, como una suspensión independiente que proporcionaba una conducción más suave y estable.
El 700 también innovó en términos de seguridad. En un momento en que la seguridad automotriz no era una prioridad, su diseño incluía características que buscaban proteger a los ocupantes en caso de accidentes. Esto ayudó a establecer una nueva norma en la industria, enfocándose no solo en la velocidad y la estética, sino también en el bienestar de los pasajeros.
Impacto en el mercado
El impacto de la BMW 700 en el mercado fue inmediato y positivo. Logró atraer a un público más amplio, permitiendo que más personas pudieran disfrutar de un coche de la marca BMW sin el costo de sus modelos más grandes. Esta nueva estrategia de mercado ayudó a la compañía a recuperarse financieramente y a establecer una base de clientes leales que apreciarían la calidad y el rendimiento de los vehículos BMW en las décadas siguientes.
La 700 también jugó un papel fundamental en la imagen de BMW como un fabricante de automóviles accesibles y de calidad. Este modelo se convirtió en una referencia, pues sentó las bases para los futuros automóviles de la marca sino que también se utilizó como un banco de pruebas para nuevas tecnologías y enfoques de diseño.
Legado
El legado de la BMW 700 perdura hoy en día. No solo representó el resurgimiento de BMW en los años 60, sino que sentó las bases para futuros modelos compactos que seguirían caracterizando a la empresa. Con el tiempo, los vehículos BMW evolucionaron y se hicieron más sofisticados, pero la esencia de ofrecer una mezcla de rendimiento, diseño y accesibilidad que comenzó con el 700 continúa siendo fundamental para la marca.
La BMW 700 es recordada hoy como un modelo que simbolizó el ingenio y la adaptabilidad de BMW en tiempos difíciles. Su impacto en la industria automotriz y su legado perdurable han convertido a este modelo en uno de los clásicos más buscados por los coleccionistas y entusiastas de los automóviles en todo el mundo.